Aquel que aprende cómo hacer goles, difícilmente lo olvida. Y aquel que está habituado a marcar, extraña cuando se interrumpe ese romance con las redes. Chicharito tenía casi un año sin anotar, desde que estaba en el Galaxy. Y ya eran más de 14 años desde la última vez que lo consiguió con la camiseta rojiblanca. Este sábado, finalmente llegó el día. Javier se estrenó y abrió el camino para la victoria de Chivas por 3-2 frente al Puebla.
El encuentro de la jornada 14 marcó el regreso a la titularidad de Hernández Balcázar. Chicharito no estuvo en el triunfo frente a Monterrey (2-0), la semana pasada, por un problema estomacal. Ahora, incluso portó el gafete de capitán, en ausencia de Víctor el Pocho Guzmán, que fue enviado a la banca, al igual que Ricardo Marín y Leonardo Sepúlveda.
Recién comenzaba el encuentro, cuando desde zona baja José Castillo lanzó un largo servicio. Javier Hernández bajó el esférico y giró para tocar hacia el centro. Estupendo pase filtrado de Chicharito, que permitió a Cade Cowell quedar solo y de frente al arquero. Definió con un disparo raso, que Iván Rodríguez logró desviar con el pie, tras achicar rápido, al ‘3.
El encuentro a partir de ese momento careció de claridad. La Franja procuraba guardar el cero. El Rebaño Sagrado no encontraba cómo abrir el marcador. La visita respondió al ‘17, con un disparo de Alberto Herrera que atrapó el Tala Rangel. Más tarde, vino el turno de los locales: Roberto Alvarado pateó un tiro libre que superó a la barrera, pero pasó a centímetros del travesaño, al ‘30.
Más tarde, el mismo Roberto Alvarado tomaría la pelota por el centro. Javier Hernández juega siempre al límite de la línea. El Piojo entendió perfecto el movimiento y filtró para el refuerzo estelar. Por fin alguien que lo proyectaba. Chicharito demostró que en su carrera ha llegado a ser un delantero centro de élite mundial.
Controló el esférico y en el mismo movimiento, ya dentro del área, acomodó el cuerpo. Remató de pierna izquierda. Puso el balón alejado del guardameta. Las redes se estremecieron. El grito del Estadio Akron no fue común. Resultó más intensó. Más emotivo. Este momento se había esperado largo tiempo. Chicharito marcó, al ‘34, su primer gol en su regreso a Chivas.
Vino entonces la incertidumbre del VAR. Se revisaba un posible fuera de lugar. Javier juega al límite de la línea, pero estaba en buena posición. Gol válido. Hernández apretaba los puños, realmente emocionado. Después de 14 años, volvía anotar en un partido oficial con el Guadalajara. El último había sido el 27 de marzo de 2010, en el 6-2 contra Santos. La tribuna estaba rendida a sus pies.