Alejandro de Anda
LO CLARO. La riqueza de una nación no es fundamentalmente el oro que tenga acumulado en sus reservas.
Su historia es lo que proporciona a la misma, identidad y grandeza.
La que nos ha sido compartida desde la funcionalidad de México como patria, tiene claroscuros que difícilmente a las generaciones nuevas les es allegados detalles específicos o entusiasmo por conocer y adentrarse en los mismos.
La academia es consciente de que formar valores al estudiantado, tiene como piedra de basamento el acercar la historia y sus logros para el engrandecimiento de las generaciones de hoy y las que vienen.
Mediante el impulso a las bellas artes, se lleva a cabo la grabación de un cortometraje que contendrá como eje rector la vida del prócer Agustín de Iturbide. Sus últimos días que tuvieron como escenario tierras tamaulipecas.
“Iturbide: mis últimos días”.
El filme tendrá espacios paras ser compartido en festivales de cine y por supuesto en las redes sociales.
Argumentos históricos que tendrán oportunidad de ver la luz de un hombre que marcó el inicio de un verdadero México Libre.
LO OSCURO. ¿Cuánto –en términos de dinero- es el valor de un sándwich para usted?
La evolucionada vida de este tercer milenio nos presenta tantas alternativas a la mano, que incluso un pequeño de acaso 8 años puede darnos varias opciones para responder semejante pregunta tan simplista.
En una tienda de conveniencia, un sándwich oscila entre $45 y $95 pesos.
En un restaurante de comida rápida puede rondar los $102 pesos. Con las ‘multi-opciones’ club sándwich, con aderezo, con papas y lo que a la mente le imagine.
¡Vaya plática la de hoy! ¿No cree?
Cambiemos el punto de vista.
Vamos a ponerle más ‘sabor’ al mismo tema.
Suponga que vive en una comarca del altiplano tamaulipeco y la zona habitable más cercana se encuentra a mil kilómetros de distancia; por consiguiente, no tendría formas fáciles de hacerse de los ingredientes comerciales. Aun así, la necesidad de un sándwich es imperiosa.
La vida la ‘tasamos’ en base a cubrir necesidades básicas y ponderamos el factor legendario “la economía es la base de la riqueza” donde todo en el entorno tiene un costo o precio.
Andy George es un animador de medios estadunidense. Famoso en su país por realizar contenidos para YouTube y en 2015 emprendía una campaña que nos regala muchas enseñanzas, quizá sin así pretenderlo.
“How to make everything” (‘Cómo se hace todo’) es el título de su instrucción y tiene como objetivo la materialización cosas que ‘damos por sentado’ en procedimientos de elaboración de elementos cotidianos.
Así, se propuso ‘fabricar’ un sándwich. Haciendo desde cero todos los ingredientes del mismo.
Plantó semillas en un jardín comunitario para obtener los vegetales; extrajo miel de abeja; ordeñó una vaca para lograr mantequilla y queso –esenciales- y claro está, cultivó trigo para embutir su pan de caja.
Seis meses se llevó en procesos cualitativos y cuantitativos y gastó $1,500 dólares para la manufactura de UN SANDWICH.
Así es… rondamos los treinta mil pesos mexicanos.
¿Que cuál es la enseñanza?
Vivimos en comunidad o en sociedad (asociados) para facilitarnos la vida. Una persona invierte en la compra de un camión que nos facilita desplazarnos por la ciudad (con el pago de un ‘pasaje’) y no requerir hacer la maniobra caminando; lo que también se traduce en tiempo-dinero.
Otra persona alimenta ganado para cubrir las necesidades de la población de quedarse cada quien, con un pedacito de una res a un precio que nos es conveniente a todos.
La vida es cara, sí. En solitario es aún mucho más. Y para lograr sacar el máximo provecho de la infraestructura de que disponemos en nuestro beneficio, colocamos a la gente idónea en la conducción de los servicios comunales (le llamamos ‘gobierno’) que nos permiten dedicarnos a lo que somos especialistas. Secretarias, choferes, maestros, empresarios, campesinos.
Por eso necesitamos buenos gobernantes que no se vean, que no se noten, que no se oigan. Que hagan su labor de facilitadores de la vida cotidiana donde estamos todos luchando por hacer un sándwich barato. Con la ayuda y compromiso de TODOS. Incluye el poder judicial.
COLOFÓN: Habremos muchos, cuya destreza en la preparación de alimentos culmina con la des-habilidad de hacer un sándwich en 1,500 dólares, después de destrozar el sagrado recinto (la cocina de la esposa).
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro