Obra improvisada, un abuso disfrazado en el desarrollo
Por Javier Claudio
Una acallada preocupación prevalece entre constructores en el marco de la actividad de obra, debido al recurrente faltante de albañiles, lo que ha propiciado a su vez la “piratería” en la mano de obra y consecuentemente una baja en calidad.
Esta acción que a su vez tiene efectos en la seriedad de los trabajos, es aparentemente subestimada por la autoridad para ser sancionada debido al excedente de obra que sostiene la ciudad.
Integrante de la Asociación de Constructores señalaron que entre el faltante predominante de personal de construcción siguen destacando albañiles, los que como medida de solución se alternan en otras obras.
“Insistimos ante los sindicatos con los que tratamos para el abasto de personal de obra, pero no nos han dado abasto, sin conocer las razones que existan, pero que ponen en riesgo el cumplimiento de obra en los tiempos acordados”, comentó Romulado Torres, jefe de obras en una constructora.
Asintió en que aún cuando es complicada la problemática del déficit de personal, se considera que esta problemática de personal en construcción es un reflejo del desarrollo que está teniendo la ciudad.
Expuso que dentro de la dificultad de contar con suficientes albañiles se da la improvisación algunas obras y otras tantas que violentan en reglamento y son hechas a capricho del propietario del inmueble.
Citó de manera directa obras irregulares como las que sobresalen hasta la banqueta e invaden el paso peatonal y a falta de supervisión profesional son creadas y violentan los reglamentos de construcción.
Acerca de la “piratería” de la mano de obra, surge del préstamo de personal entre las constructoras, con el consabido pago, pero en otros casos dejan la empresa para la que trabajan y se van a otro por incentivos.