Breaking News

La Comuna // El tesoro perdido de la UAT

¿Dónde quedaron los 4 mil 800 millones de pesos para pensiones que dejó el entonces rector, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Humberto Filizola Haces al finalizar su rectorado?
Ni Tomás Yarrington, pudo meterle las manos a ese gigantesco pastel financiero.
Ni Eugenio Hernández Flores, pudo engullirse ese jugoso bocado; y vaya que él tuvo a la UAT bajo su férula: depuso al rector Jesús Lavín Santos del Prado y entronizó al reynosense, José María Leal.
Los 4 mil 800 millones hasta ese momento, habían permanecido intocables.
Filizola Haces no la había dejado fácil para los depredadores. Una serie de candados, hizo de esa suma un objetivo con cierto blindaje.
Seguir el dinero es sencillo.
¿Cuándo apareció?
Ya se sabe: con Humberto Filizola.
¿Cuándo desapareció?

Ya se sabe: con Humberto Filizola.
¿Cuándo desapareció?
También se sabe: en el sexenio del gobernador, Egidio Torre Cantú y en la administración de Francisco García Cabeza de Vaca.
Y en los rectorados de Guillermo Mendoza y José Andrés Suárez Hernández.
En estos dos rectorados, se perdió la pista de esa descomunal cifra.
Filizola lo ha reconocido públicamente: esa cantidad estaba etiquetada para los trabajadores de la universidad.
Nunca lanzó acusaciones.
Esa afirmación llevaba implícita la denuncia.
¿Existe actualmente ese tesoro público?
¿Hay informes del uso que le dieron?
¿Dónde están los intereses que esa descomunal cifra generó en las instituciones bancarias en más de 25 años de estar a resguardo?
¿Dónde quedó la bolita?
Ya es tiempo de que la comunidad universitaria se entere del destino de tanto dinero, que bien pudiera convertir a nuestra UAT en una de las mejores universidades del país y de otros países.
Es tanto el desaseo en nuestra máxima casa de estudios, que no pudo haberse generado sin la connivencia de los órganos internos –Patronato Universitario, Consejo Universitario–, como de los gobernadores.
De puros intereses, los 4 mil 800 millones, en 25 años de ahorro en la banca, mínimo se duplicaron a la fecha.
Si existieran.

Si existieran.
Filizola lo dijo: están etiquetados para los trabajadores.
Cualquier desvió de los motivos originales, es una irregularidad; y ahora, con tanto manoseo: es un delito.
Para qué manejar responsables; esperemos una profunda y escrupulosa investigación.