Kamala Harris no desperdicia ni un solo día, estuvo en Texas y además presentó el primer anuncio oficial de su campaña para convertirse en la candidata demócrata para la presidencia.
Por Redacción
25 de julio
Cuando se calmen los ánimos después de las últimas semanas caóticas en la política estadounidense, la campaña presidencial de este año tendrá un aspecto muy diferente al que tenía antes.
Pero, a pesar de la agitación, es muy probable que la nueva contienda resulte extrañamente familiar, incluso típica. De hecho, podría parecer mucho más convencional que la contienda Joe Biden-Donald Trump.
Después de todo, el enfrentamiento Biden-Trump dejó de seguir el guion habitual mucho antes de lo que resultó ser un debate fatídico. A continuación, analizamos algunos aspectos en los que la campaña podría cambiar ahora que la vicepresidenta Kamala Harris participa en la contienda.
Una demócrata por el cambio
El cargo suele ser una ventaja para un presidente que aspira a la reelección. Para el presidente Joe Biden, la titularidad era una carga.
En las encuestas, la mayoría de los votantes dicen estar profundamente insatisfechos con el estado del país. Dicen que el sistema político y económico no funciona. En resumen, quieren un cambio.
Trump es un candidato del cambio. Biden no lo era. No solo representaba el statu quo, sino que también se esforzó por comunicar una visión para su segundo mandato. Su campaña para defender la democracia y el derecho al aborto fue, en esencia, un esfuerzo por defender el sistema y a Estados Unidos tal y como eran antes de Trump. Incluso la campaña de Biden en 2020 para “restaurar el alma de la nación” o traer un “retorno a la normalidad” fue una promesa de volver a la política anterior a Trump. Eso puede haber parecido refrescante para los votantes en medio del caos de la presidencia de Trump, pero no parece ser suficiente para los votantes de hoy.
Con Harris, los demócratas tendrán otra oportunidad para demostrar que pueden mejorar el destino del país. Por un lado, no es ni Biden ni Trump, dos figuras que llevan décadas en la vida pública. Por otro, no es la presidenta. Es posible que se vea lastrada por la percepción que tienen los votantes del historial de Biden, pero tendrá margen para diferenciarse. Incluso tiene margen para plantear una nueva dirección.
Estos son algunos de los nombres que han sonado como posibles compañeros de fórmula para Kamala Harris:
Kamala Harris aún no ha sido nominada oficialmente por el Partido Demócrata como candidata presidencial a las elecciones de noviembre tras la retirada de Joe Biden, pero no tiene ningún rival que le haga sombra, y ha conseguido el apoyo necesario de delegados para asegurar la nominación.
Así que la pregunta es… ¿A quién elegiría como compañero de fórmula?
La elección del aspirante a Vicepresidente se hace tomando en cuenta muchas variables: su influencia en los estados clave para ganar los comicios o en el voto de los electores moderados o de las mujeres, así como su peso en las regiones desindustrializadas.
¿Quién podría ser elegido?
En las últimas horas suenan algunos nombres con fuerza:
Josh Shapiro
El Gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, de 51 años, ayudaría a conseguir el voto de su estado a los demócratas.
Es uno de los estados considerados “bisagra”, es decir que votan demócrata o republicano según el contexto en el que se desarrollan las elecciones.
Gran orador, este centrista logró derrotar en 2022 a su rival de la derecha radical, respaldado por el republicano Donald Trump.
Antes, fue dos veces fiscal general de Pensilvania y ha denunciado las agresiones sexuales cometidas por sacerdotes católicos contra miles de niños, además de demandar al laboratorio Purdue, considerado el desencadenante de la crisis de los opioides.
Mark Kelly
Este ex militar y astronauta de 60 años es senador por Arizona, otro estado bisagra que Joe Biden ganó por estrecho margen a Trump en 2020.
Mark Kelly hace campaña a favor del control de armas desde que su esposa, la ex congresista demócrata Gabby Giffords, estuvo a punto de morir en 2011 cuando recibió un disparo a quemarropa en la cabeza.
Andy Beshear
El Gobernador de Kentucky, de 46 años, fue reelegido el pasado noviembre haciendo campaña en defensa del derecho al aborto, frente a un candidato apoyado por Trump.
El ex Presidente republicano, sin embargo, estaba muy por delante de Joe Biden en este estado en 2016 y 2020.
Pero la figura moderada de Andy Beshear podría ayudar a los demócratas a ganar en otros estados donde el voto de las clases media y trabajadora blanca es crucial. Los principales son Pensilvania y Míchigan, estados del “cinturón de óxido”, región del noreste de Estados Unidos marcada por el declive industrial.
Cuando se le preguntó el lunes en el programa “Morning Joe” de MSNBC sobre la posibilidad de ser compañero de fórmula, respondió: “Si alguien te lo pregunta, al menos habrá que escucharlo”.
De paso criticó a JD Vance, elegido por Trump como aspirante a la Vicepresidencia.
Roy Cooper
El Gobernador de Carolina del Norte, de 67 años, también dirige un estado bisagra, donde Biden perdió contra Trump por solo un punto porcentual en 2020.
Elegido en este estado de la costa este desde 1986, Roy Cooper es conocido por no haber perdido nunca unas elecciones.
La presencia de este demócrata moderado podría convencer a los centristas para que votaran por los demócratas.
La protección del derecho al aborto, uno de sus caballos de batalla, es un tema importante en estos comicios, dos años después de que la Corte Suprema anulara el derecho federal de las mujeres estadounidenses a interrumpir el embarazo y dejara que cada estado legisle sobre la materia.
Cooper se negó a contestar una pregunta del programa “Morning Joe” sobre la posibilidad de que sea elegido compañero de fórmula y pidió a la audiencia que se centre en Harris.
Los otros
Entre los otros posibles candidatos figuran la Gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, así como Gavin Newsom de California, Wes Moore de Maryland, JB Pritzker de Illinois y Tim Walz de Minnesota.
También el Secretario de Transportes Pete Buttigieg, quien fue candidato presidencial en 2020, al igual que el senador afroestadounidense de Georgia Raphael Warnock